Me llamo Layla Carmen

Me llamo Layla Carmen Martín y tengo 35 años. Nací en Sevilla, en el corazón de Andalucía, donde el aroma del ajo sofrito, el aceite de oliva virgen extra y el pan tostado son parte del aire que se respira cada mañana. Crecí entre abuelas que cocinaban con el alma y vecinos que siempre tenían una cazuela al fuego, y desde entonces supe que la cocina sería mi forma de conectar con el mundo.
Hoy vivo en Madrid con mi esposo Javier, que es profesor de historia, y nuestros dos pequeños, Martina de siete años y Leo de cuatro. Nuestro piso tiene una cocina abierta donde la cafetera italiana está siempre lista, las plantas aromáticas crecen junto a la ventana, y el gato Canela se pasea con la calma de quien sabe que está en casa.
No estudié cocina de forma tradicional. Mi formación es en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, y durante muchos años trabajé como redactora de contenidos y en marketing digital. Pero fue precisamente esa mezcla de creatividad, palabras y pasión por lo casero la que me llevó a fundar SavorDash, un espacio donde comparto recetas fáciles, trucos y anécdotas para quienes quieren cocinar sin complicarse.
Sé lo que es mirar el reloj y pensar “no tengo tiempo para cocinar algo rico y saludable”. Por eso, cada receta que creo está pensada para madres y padres ocupados, para estudiantes que están empezando a cocinar, o simplemente para cualquiera que quiera llenar su casa de olores reconfortantes sin pasar horas en la cocina. Mi filosofía es simple: “Con cuatro ingredientes y un poco de cariño, puedes hacer magia”.
No todo siempre sale perfecto, claro. He quemado arroces, se me han cortado salsas y alguna vez olvidé encender el horno. Pero también he aprendido que esos errores son parte de lo bonito. Cocinar es un acto de amor, de ensayo y error, de compartir. Y cada plato, incluso los que no salen como esperabas, cuenta una historia.
En mis redes y en el blog, me encanta mostrar la cocina real: la que a veces se hace con niños pidiendo meriendas y un gato maullando en el fondo. Porque al final, cocinar no es sólo seguir pasos, es crear momentos.
Si estás empezando, si te intimidan las recetas largas o simplemente buscas algo que puedas hacer en 20 minutos y parezca de restaurante, aquí estoy. Te prometo que cocinar puede ser fácil, divertido y muy reconfortante. Bienvenido a mi cocina, donde siempre hay un lugar para ti y una receta lista para probar.